SOBRE MÍ
Abogado colegiado en el Ilustre Colegio de Abogados de La Rioja ICAR con nº 2.257. Licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra.
MBA por ESADE Business School.
Coaching de Organizaciones, Sistemas y Relaciones (ORSC) (equipos) por CRR Global, formación certificada por la ICF.
Colaborado con decenas de empresas y familias.
Experiencia con empresas de sectores muy diversos, tanto industriales (farmacéutico, textil, alimentación cárnico y lácteo, mueble, inmobiliario, distribución de bebidas, distribución de energía eléctrica, productores de software, bodegas, hostelería, etc…) como de servicios (despachos de abogados, estudios de arquitectura, hostelería, comercialización, etcétera).
“Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente.”
“No conquistamos las montañas, sino a nosotros mismos.”
“Los árboles que tardan en crecer producen la mejor fruta.”
“Reunirse es un comienzo, permanecer juntos es el progreso y trabajar juntos es el éxito”.
CUESTIÓN DE ESTILO:
Ingredientes esenciales para un buen proyecto.
Colaboración
Cuando un conjunto de personas se involucra para realizar un trabajo en común, consigue resultados que habrían sido muy difíciles o imposibles de alcanzar para los individuos. Sin predisposición o actitud colaborativa no hay equipo, y ninguna organización puede operar satisfactoriamente.
Confianza
El ánimo y la convicción sobre las capacidades de la organización y sus personas aportan vigor e impulso, necesarios en todo proyecto.
Personal
Todo proyecto debe ser planteado en función de la situación particular de cada cliente. Pese a que aparentemente pueda haber puntos comunes entre empresas, son distintos sus objetivos de negocio, su cultura empresarial y sus valores, por lo que distintas serán sus prioridades, sus tiempos y su modus operandi.
Dichas particularidades personales de la empresa y del empresario deben ser tenidas en cuenta a la hora de plantear un proyecto con posibilidades de éxito.
Pragmatismo
En su sentido de practicidad u “orientación al resultado”, es conveniente en toda decisión u acto de planificación y equilibra una posible pérdida de objetividad.
Sentido común
La reflexión desde la prudencia, la experiencia y – en cierto grado – la intuición contribuye a establecer si es razonable o no llevar a cabo una decisión determinada.