Arturo San Juan es Consejero Delegado y copropietario de Arluy, fabricante de galletas saludables y especializadas en el público juvenil. Descendiente de los fundadores de Marbú, en la actualidad gestiona su empresa con gran crecimiento bajo marcas como Arluy, Reglero, Rio, y Zahor. Hoy ha querido compartir con nosotros su experiencia en la realización del protocolo familiar.

José María Fité: ¿Qué experiencias pusisteis en el Protocolo Familiar?

Arturo San Juan: Las expectativas fueron regular el futuro, sobre todo en cuanto a la incorporación de los hijos. Como nosotros todavía somos muy jóvenes esto todavía no se ha producido porque todavía no tenemos hijos en edad de trabajar en la empresa, pero estamos muy contentos porque ya estamos preparados o, por lo menos, tenemos una base.

Esta preparación puede evitar conflictos. Mi hermano y yo nos llevamos muy bien, pero lo que hay que hacer es evitar cualquier tipo de conflictos, disfrutar de nuestra empresa y no perder tiempo en otras cosas que no sean hacerla más grande.

Por otro lado, la elaboración del Protocolo ha abierto un debate y nos ha hecho reflexionar sobre cosas en las que no pensamos en el día a día. Este debate nos ha enriquecido, nos ha aclarado cuestiones y nos ha abierto alguna luz. Por lo tanto, yo creo que ha sido una buena cosa su realización.

JMF: ¿Ha aportado motivación o ilusión al proyecto familiar?

ASJ: Sí. Nosotros no estamos todos los días hablando de estas cosas con nuestros hijos, y el Protocolo Familiar ha sido un motivo para hacerlo. También nos ha ayudado a los miembros de la familia que estamos trabajando en la empresa a ver las cosas de una forma distinta de lo habitual y un poco más intensa. Por otro lado, los miembros de la familia que no están trabajando en la empresa, han tenido la oportunidad de reflexionar sobre algo de gran importancia para ellos y que tampoco lo tienen presente en el día a día al estar centrados en sus estudios y en sus cosas. Les ha gustado verse vinculados de una manera formal o un tanto “oficial” en la empresa de la familia, creo que les ha concienciado de lo que están haciendo sus padres.

JMF: El Protocolo Familiar, ¿ha tenido un efecto positivo en la empresa?

ASJ: Sí, a diversos niveles. Tanto a nivel de directivos como de colaboradores internos. Da cierta seguridad, aporta sensación de continuidad de la empresa y, acerca de nosotros, los que estamos en puestos directivos, creo que transmite confianza. Sin hablar ya de instituciones, tanto políticas como financieras, que lo tienen muy bien visto y le da un poco más de peso específico a la compañía.