Las empresas familiares son el “core” de la economía global y representan una combinación de legado, pasión y compromiso. Sin embargo, en un mundo en constante evolución y competencia, equilibrar la tradición con una visión innovadora es una tarea compleja y, en ocasiones, crítica. Como consultor especializado en empresa familiar, he visto de primera mano cómo una armonización inteligente de estos dos mundos puede conducir al éxito.

La clave para lograr esta fusión perfecta entre tradición e innovación consiste en reconocer la importancia de la primera, la tradición, mientras se mantiene la mente abierta en la segunda, la innovación. Aquí presento cinco posibles estrategias para hacerlo con posibilidades de triunfar.

Cinco estrategias para fusionar tradición e innovación:

1. Honrar el pasado mientras se construye el futuro: consiste en homenajear el legado recibido – prácticas y valores básicos que han definido el negocio familiar -, y utilizar esta base sólida para apalancar nuevas ideas e iniciativas. Por ejemplo, se puede divulgar la historia de la marca a través de soportes tecnológicos de última generación, abarcando un rango de audiencia más amplio y manteniendo la narrativa tradicional de la empresa familiar.

2. Integrar a las nuevas generaciones: los miembros más jóvenes de la familia aportan una perspectiva fresca y actualizada. Suelen sintonizar con las tendencias y tecnologías emergentes. Fomentar su participación en la toma de decisiones permitirá que su entusiasmo y conocimiento infundan nueva vida a la organización y aumenten la creación de valor.

3. Fomentar cultura de innovación: inculcar una mentalidad que fomente la experimentación y la adaptabilidad, además de la tradición. Establecer, por ejemplo, un ‘laboratorio de innovación’ donde los colaboradores puedan proponer y desarrollar nuevas ideas sin el miedo al fracaso. Así, la empresa no solo se adapta a los cambios, sino que también los lidera.

4. Modernizar con tecnología: evaluar qué procesos son idóneos para ser optimizados con tecnología, desde la gestión de la cadena de suministro hasta la relación con el cliente. La tecnología no debe verse como una amenaza para la tradición ni tampoco como una mejora infalible. Es una herramienta que puede mejorar la eficiencia y abrir nuevas oportunidades.

5. Formación continua y desarrollo: es esencial capacitar al equipo gestor en las últimas tendencias y tecnologías, sea cual sea su edad o posición generacional. Con ello se evitarán brechas y desfases, la organización será más colaborativa y se garantizará la contribución de todos al crecimiento y modernización de la empresa familiar.

La fusión entre tradición e innovación no tiene porqué ser una tarea fácil. Las empresas familiares que logran una fórmula de equilibrio no solo honran su legado, sino que también aseguran su lugar en el futuro. La meta es clara: mantener el alma de la empresa mientras se adapta a la danza dinámica de la innovación. Con estos pasos, el negocio familiar no solo sobrevivirá sino que prosperará en las próximas décadas.

Muchas gracias por la lectura y un saludo.